Al principio 
En el año de 1993 Mari Quihuis-Sawyer, una mujer norteamericana, quien 
había viajado por todo México en años pasados, encontró a una niña 
mexicana a quien le podía dar la mano. Mari empezó a patrocinar a Marisol, una niña de cinco años. Ella vivía en el pueblo de Alamos en Sonora, México. A Mari, dar la mano a esta niña, por medio de Save the Children y la Fundación de Apoyo Infantil (FAI), le hizo sentir parte de 
una gran comunidad. Muchas cartas pasaron de aquí par'alla mientras Marisol crecía. Aunque Mari tenía ya dos hijos, gemelos bonitos que se llamaban Jacob y Adam, siempre soñaba con tener una hija. Mari padecía del cáncer terminal del seno y para ella, patrocinar a Marisol fue una forma de darle algo a la niña de sus sueños. Tres años luego Mari falleció. Su esposo, Tom Sawyer, siguió patrocinando y escribiendo a la niña Marisol.
Todos comimos sandía
En 1999, cuando Marisol tenia once años, Tom empezó sentir una necesidad 
urgente de ir a ver a la niña. Le preguntó a su amigo Tom Waites, quien 
habla español,
si estaba dispuesto a acompañarle a México. Quería 
entregar un juego de enciclopedias en español, enciclopedias dedicadas a los animales, un tema que fascinaba a Marisol. Tom también quería conocer a la familia de la niña. De pronto los dos Toms viajaban por avión rumbo Ciudad Obregón, México. FAI les esperaba en la ciudad y los llevó directo a un centro infantil cercano. Allí unos seiscientos niños se dedicaban a bailar y aprender a construir cestas y otras novedades de papel maché. Los dos Toms, inspirados, compraron un montón de sandía y la comieron entre todos. Los niños rodearon a los extranjeros y les preguntaron por sus nombres. Ellos contestaron que Tomás y Tomás. Los niños se pusieron a reír y gritar--O, Tomas y Tomas!--
Ella los compartó
Por medio de la buena ayuda de Luis y Ana Leyva de FAI, el siguiente día los dos Toms viajaron
90 millas por el alto desierto hasta llegar al pueblo de Alamos. En el camino pasaron una formación de rocas grandes donde hace 100 años se había construido una capilla a la Madre de Dios, la Virgen de Guadalupe. En Alamos encontraron a Marisol con sus padres y sus seis hermanos y hermanas. La familia de Marisol vive en una casita de ladrillo construida por el gobierno y que es más o menos el tamaño de un dormitorio aquí. Preparan su comida al aire libre sobre un platón de hierro calentado en un fogón. Cuando los Toms se le dieron los libros a Marisol, ella los compartió de inmediato con sus hermanitos y hermanitas. Dijo Tom--Por las risas y la alegría en sus caras, era muy fácil ver que tanto les importaron los libros.--
Música de acordeón...una buena idea
La madre de Marisol, que se llama Tomasa, les dijo que su esposo Jaime tocaba el acordeón para ganarse la vida, y ella les preguntó a los dos Tomás si les gustaría ir a verle tocar en la cantina. Por supuesto, como ellos también eran músicos, fue una invitación interesantísimo para ellos. Descubrieron que Jamie había empezado a tocar el acordeón a los doce años. El y su banda presentaron una interpretación que les conmovió mucho a los Toms. La población de Alamos es de más o menos 6 mil personas, y la industria en su mayoría es la agricultura, cuando llueve suficientemente. Los niños tienen hambre pero no solo en el cuerpo, sino en la mente también. Mientras los dos Toms caminaban por el pueblo, empezaron a platicar sobre la situación y lo que ellos podían contribuir a esta comunidad para el beneficio de los niños. Se pusieron de acuerdo en la idea de fundar una biblioteca para niños.
Un Lugar Para Los Libros
Entonces se fueron a la única escuela primaria pública en el pueblo-- ‘Lázaro Cárdenas del Río’. Allí se reunieron con el director Juan Zoilo López de la Paz. Maye Corral, la Encabezada de Servicios Para Los Niños por FAI-- Alamos, también asistió a la reunión. Los Toms descubrieron que no había ninguna biblioteca para niños ni en la escuela ni en el pueblo. La biblioteca más cerca estaba en Ciudad Obregón, a 90 millas de Alamos. Ellos platicaron con el director sobre su idea de fundar una biblioteca. El les dijo que los representanntes de la escuela estarían bien contentos a ofrecer un edificio para los libros. A estas alturas los Toms decidieron fundar una organización sin fines de lucro para proveer libros y/o bibliotecas a los niños de México, y que en el pueblo de Alamos estaría el proyecto piloto. En agosto de 1999, recibieron una carta oficial de la junta directiva de la escuela de Alamos, Sonora, México, declarando que la junta proporcionaría una sala de clases en donde se podrían instalar la biblioteca.

Tomás y Tomás, una corporación sin fines de lucro, recibió su estatus como exenta de impuestos desde el Estado de California de Los Estados Unidos de América en julio de 1999 (CFTB 357RG755 debajo de sección 23701D-Educación) y en enero del 2000 recibió su organización pública benéfica estatus como exenta de impuestos 501 (c)(3) del Internal Revenue Service de Los Estados Unidos de América (DLN 17053328022029 EIN 94-333-4444).

‘Las semillas que la Mari sembró seis años atrás siguen creciendo, ayudando a los niños.’

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